sábado, 17 de enero de 2015

Una nueva etapa


30 años atrás nacía una servidora.

Cambiamos el 2 por el 3 y comenzamos una nueva etapa, un momento temido por muchos...
Muchas son las veces en las que se escucha a la gente quejarse y decir cosas tales como ya soy mayor, me estoy haciendo viejo... hablar de la crisis de los 30 o lo que más nos dicen a nosotras, las mujeres, "se te va a pasar el arroz".

Confieso que hace tiempo imaginaba mi vida y deseaba haber conseguido algunas metas que no han podido ser por unas u otras circunstancias, y es que nuestro paso por este mundo no es un camino de rosas, o al menos para mí nunca lo ha sido, pero no voy a quejarme de mis problemas pues gracias a ellos he crecido, me he conocido mejor a mí misma, gracias a todo lo que he vivido soy como soy y he llegado al punto del sendero en el que ahora me encuentro, agradeciendo lo que tengo.
Me he caído muchas veces sí, pero siempre me he levantado de nuevo con una sonrisa, dispuesta a volver a intentarlo.
He conocido a muchas personas, algunas siguen a mi lado y otras tan sólo se cruzaron en mi camino para regalarme sonrisas o incluso encharcar mis ojos de lágrimas, pero todas y cada una de ellas me han enseñado algo, aunque al principio yo no lo entendiera.
Y sí, tal vez no tenga muchas cosas, ni un coche, ni un ordenador super potente, ni un móvil último modelo, ni la mejor cámara del mercado... no, no poseo ese tipo de cosas, tengo cosas mucho más importantes, cosas cuyo valor no se mide en euros, dólares, etc...Tengo el cariño de los míos, una familia que, aunque a veces nos tiremos de los pelos, siempre están ahí, apoyándome, queriéndome y aceptándome como soy. Tengo a mi sobrinito, ese solecito inocente que nos ilumina cada día. Tengo a "mi niña", mi pequeñina bóxer Jara, y a los demás compañeros peluditos de la familia, y es que quién no conozca lo que es querer a un animal y el cariño que éstos pueden ofrecer se está perdiendo algo maravilloso. Tengo, aunque sean pocos, amigos fantásticos, que me comprenden y animan, y que aunque esté lejos siempre están cerca. Tengo, y no por haberlo dejado para lo último es menos importante, a mi chico, mi compañero, esa personita que aguanta mi genio, que me apoya y me anima en mis locuras fotográficas, y con el cuál espero poder seguir compartiendo muchos más momentos.

Es que aunque muchos piensen lo contrario, la vida no se acaba a los 30. Tan sólo dos números que no puede eclipsar la belleza de cada día, y es que cada nuevo amanecer nos trae nuevas sonrisas, miradas, sueños... que valen más que una simple cifra.


Y para celebrar esta nueva etapa comienzo nuevo proyecto. Después de acabar el proyecto de los 12 meses el año pasado, pensé comenzar otro reto, un 52 semanas, pero preferí esperar  a que llegara el día de hoy.
He de confesar que había pensado cambiar la idea inicial, y realizar un proyecto de fotos con un toque de fantasía y así aprender un poquito más de edición, pero estos últimos días lo he pensado de nuevo y he optado por realizar algo más natural, algo más yo y aprovechar esta nueva aventura para dedicarme un poquito de tiempo a mí misma, para mirar dentro de mí, conocerme y quererme un poquito más.
Así que.... ¡bienvenidos 30!



No hay comentarios :

Publicar un comentario