"Vivía en Cuenca hace muchísimos años, un joven apuesto y galán conocido por el nombre de Diego, hijo del oidor de la villa. Se cuenta que era un mozo bravucón, mentiroso y tan mujeriego que a todas conquistaba, siendo con estas cualidades la vergüenza de la familia.
Cierto día Diego se fijó en una joven forastera, recién llegada a la ciudad, Diana era su nombre, una preciosa zagala de la cual quedó prendado y decidió cortejar, aunque pasó bastante tiempo hasta que ella accedió a sus deseos.
El día de Todos los Santos, Diana le escribió una carta en la que le citaba en la Ermita de las Angustias, aquella misma noche para entregarse a él.
Cuentan que aquella noche se fraguó una terrible tormenta, el cielo se iluminaba como si de fuego se tratase, los truenos retumbaban, pero no fue impedimento para Diego que llegó a la hora acordada a la puerta de la ermita, donde ya encontró a la bella Diana.
Se dejaron llevar por la pasión, y entre besos y caricias, el joven Diego fue subiendo la falda de la damisela poco a poco, y cual fue su sorpresa que dónde debería de haber unas suaves y sensuales piernas de mujer se encontró con unas peludas patas de cabra.
Aterrorizado, Diego salió corriendo, y Diana, que era el mismo diablo le persiguió.
Ahora lo entendía, había vivido en pecado, había deshonrado a su familia, y el diablo en forma de hermosa mujer quería poseer su alma.
Cuando hubo llegado al Convento de los Descalzos y preso de la desesperación, se aferró a la cruz que hay en su patio rogando a Dios que le perdonara. Tal fue su ímpetu y la fuerza de su plegarias que la huella de su mano quedó marcada en la cruz, y el diablo desapareció."
Espero os haya gustado :D
¡Saludos!
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